La implantación en el exterior con capital 100% extranjero se puede realizar a través del establecimiento de una sucursal o filial
Los acuerdos de cooperación accionariales son contratos originados por el intercambio de acciones entre empresas de distintos países o bien la creación de una empresa de manera conjunta. Los modelos más conocidos son las implantación en el exterior a través del establecimiento de una sucursal o filial propia o la implantación de una empresa conjunto (joint venture) con un socio local (país de destino).En este artículo, hablaremos sobre el establecimiento de una subsidiaria o filial propia.
Filial
Una empresa filial es una entidad que está sometida al control, directo o indirecto, de otra empresa a la que llamamos matriz. Normalmente el control se ejerce mediante un paquete de títulos que reúne algo más de la mitad de los derechos de voto. Esto significa que la filial depende, accionarialmente, de la matriz, aunque su gestión puede ser independiente, siempre y cuando las partes lo consideren oportuno. Fiscalmente, consolida el 100% de su balance y de su cuenta de resultados en los estados financieros de la matriz. No obstante, la matriz debería restar la parte proporcional de los beneficios que corresponderían a los accionistas minoritarios antes de sumarla al resultado atribuible del grupo.
Sucursal
La responsabilidad, la fiscalidad, los ingresos y los gastos de la actividad realizada por la sucursal se integran en la matriz y tiene una dependencia de ella en todos los niveles. Por tanto, no tiene personalidad jurídica propia independiente de la matriz, aunque por ley es obligatorio que se inscriba en el Registro Mercantil. La sucursal no tiene un capital social propio, y responde de sus obligaciones y deudas con el propio patrimonio de la empresa original. Si bien no tiene un órgano de administradores propios, debe contar con un representante legal que cuente con plenas facultades para gestionar la sucursal.
En este método de entrada la empresa gestiona el proceso de internacionalización de principio a fin de manera independiente, con lo que el riesgo es más alto. El objetivo es crear una unidad de negocio en el país de destino capaz de fabricar total o parcialmente el producto final.
El establecimiento de una sucursal o filial propias ofrece la oportunidad de identificar y explotar oportunidades dentro del mercado objetivo. También te permite controlar tu funcionamiento y expandirte si es preciso. También hay otros beneficios:
- Mientras los intermediarios pueden optar por ventas a corto plazo, de esta manera, tú puedes planificar en el largo plazo.
- Tus clientes te tomarán más en serio si tienes una base local. Esto es especialmente relevante si tus productos necesitan un servicio postventa especializado.
- Si utilizas una joint venture, podrás compartir el riesgo. También te beneficiarás del conocimiento y reputación de tu socio local
No obstante, presenta ciertas dificultades, tales como:
- Requiere recursos importantes e implica una gran labor previa de investigación, planificación y gestión
- Necesitarás conocer la legislación empresarial, laboral y fiscal en el nuevo territorio y contratar ayuda específica
- Difícil reversibilidad de la estrategia adoptada
- Conocer y adaptarse a las normas y requerimientos locales
Por lo tanto, el establecimiento de una filial o sucursal productiva requiere la correcta planificación del negocio, con un plan financiero que contemple la inversión a realizar, la necesidad de financiación, las proyecciones futuras de la cuenta de pérdidas y ganancias, del balance y de las necesidades de tesorería, así como la valoración del proyecto en términos de rentabilidad esperada.
Muchas veces, la decisión de crear una filial o sucursal productiva viene condicionada por la existencia de altos impuestos arancelarios a la importación, control de divisas, tipos de cambio muy altos, etc. Asimismo, en ocasiones, los gobiernos ofrecen incentivos para la inversión extranjera en el país o presionan a las compañías de alguna manera para que se instalen en el mercado.
También el hecho de abrir una sede de producción puede venir marcado porque los costos logísticos son muy elevados, por el aprovechamiento de unos costos laborales bajos, cercanía de materias primas al mercado objetivo, etc. Todo ello haría mejorar la posición competitiva de la empresa en el mercado de destino o incluso ser utilizada como plataforma para abordar mercados cercanos o que pertenezcan a un mismo espacio en el que existan acuerdos de colaboración económica con reducción de aranceles y simplificación de trámites burocráticos a la importación.
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