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Durante décadas, el suministro de frutas tropicales y exóticas en el mercado de Europa ha dependido directamente de la producción agrícola de África, Asia y Latinoamérica.
Una dependencia comercial que si bien, ha otorgado grandes beneficios económicos para las naciones en vías de desarrollo a través de sus exportaciones hacia la Unión Europea. También, ha sido el detonante de diversas problemáticas sociales y ambientales que ponen en riesgo la seguridad social y alimentaria de las naciones.
Narcotráfico, deforestación, desertificación, infertilidad de las tierras de cultivo, altas emisiones de CO2 y explotación infantil son solo algunas de las problemáticas socio-ambientales más preocupantes derivadas de esta práctica comercial.
Por esta razón, la Unión Europea ha implementado año con año nuevas certificaciones internacionales relacionadas con las buenas prácticas agrícolas, responsabilidad social y ambiental como medida de contención y erradicación de estas problemáticas. Sin embargo, estos esfuerzos aún no han sido suficientes y es momento de repensar nuevas formas de resolverlas de manera conjunta.
Los Países Bajos y las bananas holandesas
Los Países Bajos no solo ostentan el título de ser el segundo mayor importador y comercializador de productos agrícolas del planeta, sino además, una nación líder en desarrollo e innovación agrícola.
Un país donde gobierno, academia y sector empresarial han desarrollado acciones y programas conjuntos en pro de la sostenibilidad, la innovación y la seguridad alimentaria.
¡Y para muestra basta un botón!
Un grupo de investigadores de la Universidad de Wageningen decidieron festejar el centenario de la Universidad con un experimento muy peculiar: cultivar plátanos en invernadero.
Si la preciada fruta crece normalmente en los árboles del trópico, ¿por qué no habría de hacerlo en un invernadero cerca del Rin?
Gert Kema, profesor de enfermedades en las plantas tropicales de la Universidad, espera que esta investigación pueda ayudar a salvar a los bananos.
La fruta no está bien. El cultivo de bananas enfrenta graves problemas de salud, debido a un hongo que causa la enfermedad de Panamá.
Este hongo no sólo derriba el banano, sino que también hace que el suelo en el que se encuentra no sea adecuado para nuevos cultivos.
En el experimento de Wageningen, los árboles se cultivaron en dos tipos de suelos: un suelo de turba y un sustrato de lana de roca con nutrientes en el agua. El plátano resultó funcionar bien en ambos suelos. Además, la planta no necesita pesticidas en el invernadero para mantenerse saludable, lo que ofrece oportunidades para un cultivo sostenible. Entonces a escala local. El plátano es la fruta más consumida del mundo. El cultivo cubre cientos de miles de hectáreas en los trópicos. No puede reemplazarlos rápidamente con invernaderos. Pero esto es posible a escala local, comenzando en Gelderland, Países Bajos. Asegura Kema.
En esta fase inicial, Boerenhart ofrecerá los plátanos como 'producto local' a los restaurantes y hospitales de la región.
Boerenhart es una cooperativa de productores locales de Gelderse Vallei que quieren hacer negocios de manera sostenible y socialmente responsable. "Con el experimento investigamos si este cultivo ofrece perspectivas para futuras investigaciones sobre el control de enfermedades de diversos frutos".
"Son pequeños pero muy sabrosos y un poco más dulces que los plátanos tropicales que todos conocemos", dice Izak van der Geer del supermercado Coop.
Sin duda, un gran avance para la investigación de las enfermedades de las frutas y para el suministro de los mercados locales.
Fuentes:
https://www.gelderlander.nl/rhenen/de-nederbanaan-uit-wageningen-valt-in-de-smaak-in-achterberg~a0910980/?referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
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