Descubre qué son los aranceles, sus tipos principales y su impacto en el comercio internacional
Las empresas necesitan un buen departamento comercial que vaya dejando sus tarjetas de visita por todo el territorio donde se asientan. De este modo, venden sus productos. Pero, cuando desean crecer internacionalmente, han de tener en cuenta otros factores económicos. Entre ellos, se encuentran los aranceles, que, además, están muy de actualidad. Vamos a ver en qué consisten.
Definición de arancel
Podemos describir el arancel como una tarifa o recargo que un país aplica a la importación de productos. No obstante, también hay aranceles que se cargan a los bienes que transitan por su territorio, pero su destino es otra nación, o a la exportación de mercancías.
En consonancia con su definición, esta figura económica tiene, principalmente, dos fines. El primero de ellos es recaudar fondos por parte del estado. De este modo, contribuyen a las finanzas públicas. Además, si aplican tasas razonables, no afectan de manera significativa al volumen de productos importados.
Sin embargo, la finalidad más importante de los aranceles es proteger la industria nacional de un país. Al gravar las mercancías que vienen de fuera, eleva su precio, lo cual las hace menos competitivas respecto a las fabricadas dentro de la nación. A su vez, esto favorece el consumo de estas últimas respecto a las primeras y, con ello, se impulsa la economía nacional. Esto nos lleva a las consecuencias que tiene esta figura económica.
Efectos de los aranceles
Dos de las consecuencias que provocan ya las hemos visto: incrementan los ingresos fiscales del estado y la producción nacional. Sin embargo, también tienen otros efectos en la población del país que los aplica. En primer lugar, aumenta el precio de las mercancías importadas y esto reduce la capacidad de sus ciudadanos para comprarlas.
Pero, además, el excesivo coste de los artículos que vienen de fuera puede causar que la producción nacional sea de peor calidad. Al no tener la competencia del exterior, los fabricantes locales se esforzarán menos por crear mercancías bien hechas. En estos casos, la relación calidad-precio de los productos no se correspondería.
Tipos de aranceles
No todos los aranceles son iguales. De hecho, podemos establecer varios tipos. Los llamados de valor agregado o ad valorem consisten en aplicar un porcentaje fijo sobre el coste de la mercancía. Por ejemplo, un 5 %. En cambio, los aranceles específicos se imponen según el peso o la cantidad del producto. Así, 10 euros por kilo o 15 por cada 1000 unidades.
También tenemos los mixtos, que, como su nombre indica, combinan los dos anteriores. Aplican a la mercancía una tasa fija por su valor y, además, otra por su peso o unidades. Por ejemplo, el 5% del primero y 10 euros por kilo.
No obstante, los más complejos son los aranceles compuestos. Se trata de mixtos con un importe fijo. Pero, en el gravamen del peso o cantidad, se imponen mínimos y máximos. Así, se aplica un 5% a la mercancía y 15 euros por cada 1000 unidades, pero con un máximo de 1500 euros y un mínimo de 150.
Por otra parte, tenemos los aranceles de represalia, que se implantan para combatir las prácticas desleales en comercio exterior. En su caso, se aplican como respuesta a los que ha implementado otro país o grupo de ellos. Por ejemplo, Estados Unidos quiere ahora aplicar aranceles a las mercancías europeas para igualar los que la UE impone a las norteamericanas.
En conclusión, los aranceles tienen como objetivo proteger la industria nacional de un país y elevar sus ingresos. Pero también pueden tener consecuencias negativas tanto para este como para sus ciudadanos.
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