Durante gran parte del siglo XX, Japón se construyó sobre un modelo de crecimiento meticulosamente planificado: keiretsu interconectados, empleo vitalicio y una cultura empresarial adversa al riesgo. La estabilidad y la precisión fueron virtudes. Pero también barreras. En ese terreno fértil para la manufactura masiva, la innovación disruptiva rara vez encontraba espacio para crecer fuera de los laboratorios corporativos.
Tres décadas después del estallido de la burbuja, el panorama ha cambiado. El capital riesgo ha dejado de ser un término importado y la innovación abierta ya no es una excentricidad académica. Con el plan gubernamental 2023-2027, Tokio aspira a multiplicar por diez la inversión en startups y a crear un ejército de 100.000 empresas emergentes, con 100 unicornios en el horizonte.
Japón abre la puerta a un nuevo ciclo: Del conservadurismo industrial a la fiebre startup
El capital se mueve, pero no siempre en la misma dirección
En 2022, las inversiones en startups en Japón alcanzaron un récord de*8,77 billones de yenes, desafiando la caída global de financiación (-30 % en EE. UU., -16 % en Europa). Sin embargo, la foto tiene matices: la mayor parte de los fondos fluyó hacia fases iniciales, seed y series A, mientras que las rondas avanzadas sufrieron caídas de hasta el 28 %.
Este sesgo hacia lo incipiente explica por qué Japón produce pocos unicornios oficiales: muchas empresas realizan IPO tempranas antes de superar la barrera de los 1.000 millones de dólares. Los economistas las llaman hidden unicorns, y en Japón suman 41. Su hábitat natural: fintech, SaaS, IA y comercio electrónico.
Sectores que concentran las miradas
Healthtech y biotecnología
En un país donde el 30 % de la población superará los 65 años en 2035, la salud digital y la biotecnología son más que sectores de moda: son una necesidad económica. Startups que combinan IA médica, sensores portátiles y terapias personalizadas captan cada vez más capital.
Fintech y Web3
Con una regulación avanzada sobre blockchain, criptomonedas y Web 3.0, Japón se ha convertido en terreno seguro para empresas que buscan operar con marcos jurídicos claros. El piloto del yen digital y las subvenciones locales apuntalan esta tendencia.
DeepTech y SaaS
La tradición japonesa en I+D ha dado paso a un auge de soluciones SaaS, robótica avanzada y movilidad inteligente. Los inversores ponen el foco en tecnologías limpias y en la industria de automoción tecnológica.
Un archipiélago de polos innovadores
Aunque Tokio acapara la inversión y figura en el top 15 global, otras ciudades han tejido sus propios relatos emprendedores.
- Tokio: corazón del capital riesgo, seis unicornios y eventos como Innovation Leader Summit. Especialización en fintech, robótica y biotecnología.
- Osaka: designada Super City, impulsa salud y smart cities, con la Expo Osaka-Kansai 2025 como escaparate internacional.
- Fukuoka: autodenominada “Silicon Valley japonés”, destaca por su política pro-emprendimiento y su enfoque en industrias creativas y fintech.
- Kioto: cuna de Nintendo y centros de investigación de células iPS, combina manufactura avanzada y biotecnología de frontera.
La hoja de ruta 2023-2027: tres palancas de cambio
1. Capital humano y redes
Formación en emprendimiento desde universidades, atracción de talento global mediante el **Startup Visa** y movilidad laboral entre grandes corporaciones y startups.
2. Financiación y salidas estratégicas
Creación de fondos mixtos, incentivos fiscales y mercados secundarios para acciones no cotizadas, con el fin de diversificar más allá de las IPO.
3. Innovación abierta
Integrar startups en cadenas de valor corporativas y fomentar hubs sectoriales en regiones fuera de Tokio.
Donde se hacen los tratos
Eventos como KGAP+ en Kioto, Global Innovation Forum en Osaka o el programa de aceleración Plug and Play Japan son piezas centrales para que las startups, locales y extranjeras, encuentren socios, clientes e inversores. Aquí, el matching no es un eslogan: es el mecanismo que conecta a la innovación con el capital.
Incentivos que importan
- Deducción fiscal del 25 % en la adquisición de startups que cumplan ciertos criterios.
- Créditos fiscales para I+D colaborativa.
- Exenciones para reinvertir ganancias en fases pre-semilla y semilla.
- Visados especiales de hasta un año para emprendedores extranjeros que se instalen en zonas designadas.
El ecosistema japonés avanza con objetivos claros, respaldo institucional y un mercado dispuesto a adoptar nuevas soluciones. Para los actores internacionales que busquen participar, este es un momento decisivo: las condiciones para invertir, colaborar y crecer en Japón nunca habían sido tan favorables.
El artículo fue elaborado en base a la publicación "El ecosistema de empresas emergentes en Japón" elaborado por ICEX.
