Desde su origen, el sistema multilateral de comercio ha evolucionado significativamente. La relación entre GATT y la OMC es clave para comprender cómo están regulados hoy las operaciones en el comercio internacional.
En pocas palabras: el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) fue un tratado internacional con existencia temporal, mientras que la OMC (Organización Mundial del Comercio) es un organismo permanente con autoridad ratificada por sus miembros. Además, el mecanismo de resolución de disputas bajo GATT era más lento y menos eficaz que el sistema de la OMC.
Orígenes históricos: de GATT al nacimiento de la OMC
1. Fundación y propósito del GATT
El GATT fue firmado en 1947 por 23 países tras la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de promover el comercio internacional mediante la reducción de aranceles y barreras comerciales. Su propósito, según su preámbulo, era:
“la reducción sustancial de aranceles y otras barreras comerciales y la eliminación de preferencias, en forma recíproca y mutuamente ventajosa”
Durante décadas, el GATT fue la piedra angular del comercio de bienes (mercancías) entre países. Se desarrolló mediante rondas sucesivas (Kennedy, Tokio, Uruguay, entre otras), en las cuales los miembros negociaban reducciones arancelarias y reglas de comercio.
2. Limitaciones del GATT
Aunque influyente, el GATT presentaba varias debilidades:
- Enfoque limitado: sólo regulaba el comercio de bienes, no incluía servicios ni propiedad intelectual.
- Falta de institucionalidad plena: no era un organismo permanente, sino un tratado con existencia “temporal” o condicionada.
- Mecanismo de resolución de disputas débil: las controversias eran resueltas con lentitud y sin mecanismos vinculantes eficaces.
- Necesidad de consenso: las decisiones se tomaban por consenso entre los miembros, lo que podía dilatar las negociaciones.
3. Ronda Uruguay y transición hacia la OMC
A partir de 1986 comenzó la Ronda Uruguay de negociaciones bajo el paraguas del GATT. En esa ronda se incluyeron nuevos temas como servicios (GATS) y propiedad intelectual (TRIPS), además de modernizar las reglas del comercio de bienes bajo GATT.
El resultado culminante fue el Acuerdo de Marrakech de 15 de abril de 1994, que estableció la creación de la OMC y entró en vigor el 1 de enero de 1995.
Con la OMC, el GATT fue “reformulado” y pasó a ser parte integral de su estructura bajo el nombre GATT 1994, como uno de los acuerdos fundamentales bajo su paraguas.
Herencia del GATT dentro de la OMC
Aunque el GATT “clásico” fue sustituido en muchos sentidos, no desapareció: el GATT 1994 se incorporó como uno de los acuerdos centrales de la OMC, integrando las disposiciones originales con ajustes modernos.
La OMC “hereda” los principios del GATT, como la cláusula de nación más favorecida (MFN) o el trato nacional, pero los aplica dentro de un marco más institucionalizado y con fuerza vinculante.
¿Cuál es el vínculo exacto entre GATT y la OMC?
Para precisar la relación:
- Sucesión institucional: la OMC surge como sucesora del sistema multilateral del GATT. El GATT fue el precursor, y la OMC construyó sobre él.
- Incorporación normativa: el GATT 1994 forma parte del conjunto de acuerdos bajo la OMC (es decir, es uno de sus pilares).
- Fortalecimiento del mecanismo de disputas: La OMC mejoró considerablemente el sistema de solución de controversias que existía bajo el GATT.
- Expansión temática: mientras el GATT se centraba en aranceles y bienes, la OMC amplió su alcance a servicios, propiedad intelectual, normas técnicas, etc.
Por tanto, decir “relación entre GATT y la OMC” equivale a reconocer que la OMC es la institucionalización avanzada y modernizada del sistema multilateral de comercio que originalmente estaba representado por el GATT.
Críticas y desafíos actuales
Aunque la OMC mejoró al GATT, no está libre de problemas:
- El sistema de apelación de disputas atraviesa una crisis desde 2019.
- Los países en desarrollo todavía enfrentan dificultades para defender sus intereses dentro del organismo.
- Los nuevos temas, como el comercio digital o las normas ambientales, no siempre están bien cubiertos.
Aun así, sigue siendo el marco más sólido para regular el comercio internacional.
