Malasia es hoy, una de las economías del Sudeste Asiático con un mayor grado de apertura al exterior, y con un mercado alrededor de los 30 millones de ambientes, y se estimado para el 2015 un poder de compra superior a los de 10 mil dólares para el 2015
Malasia está situada en el corazón del Sudeste Asiático, compuesta por dos regiones: Malasia Peninsular que se encuentra entre Tailandia y Singapur y Malasia Insular, situada en la isla de Borneo (compartida con Brunei e Indonesia) separadas ambas regiones por el Mar del Sur de China. En total su superficie abarca unos 330.400 km².
Además, Malasia se encuentra dividido en 13 estados: Johor, Kedah, Kelantan, Melaka, Negeri Sembilan, Pahang, Perak, Perlis, Pulau Pinang, Sabah, Sarawak, Selangor y Terengganu; y un territorio federal compuesto por la capital de Kuala Lumpur, Labuan, y Putrajaya. Cuenta con una población superior a los 30 millones integrada de la siguiente manera: Malayo 50,1%, Chinos 22,6%, Indígenas 11.8%, Indios 6.7% y otros 8.9%. Asimismo, la población musulmana supera el 66% del total.
Estable y Emergente
En las últimas cuatro décadas Malasia ha pasado de ser una economía mercantil dependiente de la producción y exportación de materias primas, a ser uno de los países más rápidamente industrializados y el tercero más rico del Sureste asiático. El crecimiento de su economía inicio en 1970, a través de los planes del gobierno de esa época, que pretendía una mejor distribución de la renta nacional y diversificar la estructura y propiedad de la economía, basado en los modelos económicos de los Tigres del Asia de la época (Hong Kong, Taiwán, Corea del Sur y Singapur).
Hoy por hoy, Malasia se ha convertido en uno de los principales centros informáticos, bancarios y financieros del mundo islámico.
Asimismo, es uno de los mayores productores mundiales de caucho, aceite de palma, pimienta y maderas tropicales, y sigue siendo un exportador neto de petróleo crudo. Todo esto proporciona una plataforma sólida para el crecimiento económico.
Además, entre los principales sectores de la actividad de Malasia son los equipos electrónicos, el combustible mineral, la maquinaria, las grasas y aceites, caucho, productos ópticos y médicos, productos químicos orgánicos, maderas entre otros. Cabe mencionar, que la excesiva dependencia del petróleo es una amenaza para la capacidad del gobierno para financiar y sostener el desarrollo económico.
Asimismo, Malasia tiene el beneficio adicional del sector turismo. Mientras que los turistas dan un impulso a las ventas de bienes de consumo en general, también se aprecia un impacto en el consumo por parte de estos a los productos de gama alta y de primera calidad.
Comercio e Industria
La importancia que el comercio exterior supone para la economía malasia se ve reflejada, entre otras cosas, en el hecho de que la normativa sobre importaciones es bastante liberal: la tarifa promedio es la más baja de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), con la excepción de Singapur.
Asimismo, en las últimas cuatro décadas Malasia ha pasado de ser una economía mercantil dependiente a ser una fuente importante para el mundo de la electrónica y las piezas de computación. Es uno de los mayores productores mundiales de caucho, aceite de palma, pimienta y maderas tropicales, y sigue siendo un exportador neto de petróleo crudo. De igual manera, se aprecian oportunidades de crecimiento en el sector de la alimentación halal, ya que los ingresos crecen y Malasia continúa fortaleciendo su posición en la plataforma de comercio global.
Comerciar con Malasia es relativamente sencillo ya que toda su estructura local facilita las transacciones. Hay libre comercio y el gobierno alienta el intercambio internacional de diversos bienes y servicios (Chile es el único mercado en la región que cuenta con TLC con Malasia). Las restricciones tienen que ver con salvaguardas vinculadas con la seguridad nacional, la salud y el ambiente, como también el cumplimiento de los estándares de calidad y etiquetado internacional.
El mercado está abierto a los exportadores y el gobierno no impone restricciones a la importación de alimentos, pero existe competencia no sólo de los productores locales, sino además de los países exportadores cercanos a Malasia como Tailandia e Indonesia, por lo cual Latinoamérica debe explotar la ventaja de la producción en contra estación.
Los principales puertos de acceso son: Bintulu, Johor Bahru, George Town (Penang), Port Kelang (Port Klang), Tanjung Pelepas; y vía aérea es el aeropuerto de Kuala Lumpur.
Por otra parte, los malasios hacen negocios con gente que conocen, por tanto lo ideal es buscar un contacto local que permita el acceso y dedique tiempo a establecer y mantener relaciones personales.
Extracto del artículo "Halal en Malasia: estabilidad y credibilidad para un consumidor exigente", publicado originalmente en la revista InMarket Nº 008.
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