Malasia cuenta con una población de 30 millones de habitantes, donde el 61,3% es musulmán. Presentado una gran oportunidad para los productos con certificación Halal
Si bien las exportaciones malayas se han incrementado en los últimos años, Malasia sigue siendo un país netamente importador de alimentos procesados. El mayor inconveniente que enfrenta el sector es de escases de materias primas, tecnología y grandes limitaciones en investigación y desarrollo. Por lo cual, sus importaciones anuales registran cifras superiores a los US$ 11,600 millones.
Conjuntamente, el poder adquisitivo de los malayos es una de las más altas de Asia y las compras es un pasatiempo favorito de los consumidores. Los hogares utilizan el crédito al consumo enormemente; en este campo, el nivel del país se puede comparar a Corea del Sur, Hong Kong y Singapur. Los consumidores son más conscientes del precio que el prestigio o la calidad de una marca.
Mientras, la industria de alimentos procesados en Malasia está fragmentada y dividida entre pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales son empresas familiares. Un menos porcentaje lo ocupan grandes empresas como Yeo Hiap Seng, Nestle and F&N. Siendo, las pequeñas y medianas empresas dominan el sector de los alimentos en Malasia. El subsector más importantes es el de productos de mar, pescados y mariscos, luego le siguen productos de almacén, frutas y vegetales y el cacao.
A la vez, las tiendas de alimentación están distribuidas de la siguiente manera: 85,7%, tiendas de medicina china: 6,4%, comestibles: 3,8%, farmacias: 2,7%, supermercados: 1,3%, hipermercados: 0,08%, autoservicios de: 0,02%. Aunque hipermercados, supermercados y grandes almacenes son dominantes en las zonas urbanas, los minoristas locales y los pequeños comerciantes representan el 57% del mercado local en términos de ingresos por ventas. Hipermercados representan el 10% del total de las ventas al por menor. Abarrotes y estaciones de servicio representan aproximadamente el 9% del total de ventas al por menor y están ubicadas en los principales centros urbanos.
Finalmente, para poder acceder al mercado y ser expuestos en supermercados e hipermercados necesitan los productos en su gran mayoría tener la certificación halal.
Mercado Halal
Malasia es un país con una diversidad tanto de religiones como de culturas, siendo la religión musulmana representada por un 60,4% de la población, ya que no sólo los malayos son musulmanes sino que nos encontramos con las demás etnias, las que por temas de creencias o matrimonios mixtos con malayos se convierten al Islam y es este porcentaje de la población que representar mayor porcentaje de la población (66%). Otro dato importante a tener en cuenta ya que según su religión solamente pueden consumir alimentos Halal (permitidos por el islam), siendo consumido sin diferenciar su nivel social o económico.
Malasia cuenta con una población de 30 millones de habitantes, donde el 61,3% es musulmán. Presentado una gran oportunidad para los productos con certificación Halal.
Por lo tanto, una población musulmana de más de 16 millones, y con el apoyo de mayor poder adquisitivo, los consumidores locales son propensos a desarrollar una creciente demanda para una gama más amplia de productos alimenticios halal de mayor calidad. Independiente si son productos finales o insumos para la fabricación de otros productos.
Siendo la población musulmana de Malasia es la que exige que los productos tengan la certificación halal mientras que para los demás consumidores no suponen ningún inconveniente los productos con esta certificación a pesar que ellos sean de una religión diferente. De esta manera, el tamaño del mercado para estos productos prácticamente es del 100%, ya que toda la población malasia consume habitualmente productos con certificación halal.
De igual manera, el poder de decisión de compra por parte del importador viene dado por la demanda en el mercado. Los productos importados abastecen principalmente el Canal HORECA (Hoteles, restaurantes y cafeterías). Los principales consumidores de estos productos son los pertenecientes a los estratos socioeconómicos medios, medio-altos y altos.
Igualmente, para poder acceder al mercado y exponer sus productos en supermercados e hipermercados necesitan en su gran mayoría tener la certificación halal. Sólo aquellos que son de procedencia natural (no procesados) la certificación no es obligatoria, aunque las autoridades de Malasia aconsejan que todos los productos la obtengan para poder llegar de esta manera al 100% a los consumidores.
Con la certificación Halal, aprobada por Jakim de Malasia, no sólo se consigue penetrar a este mercado sino que también este certificado es reconocido en el mundo islámico por ser uno de los más estrictos en controles por lo que los productos se abren a todo el mercado mundial halal. Además, el comercio de alimentos halal es enorme, con un valor de alimentos certificados anual estimado de USD 347 millones a nivel mundial. Es un mercado lucrativo y con enormes oportunidades comerciales tanto a nivel local como internacional.
Extracto del artículo "Halal en Malasia: estabilidad y credibilidad para un consumidor exigente", publicado originalmente en la revista InMarket Nº 008.
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